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Los poemas favoritos de nuestros seguidores

Foto del escritor: Mundo AbiertoMundo Abierto


Hoy, 21 de marzo, es el Día Mundial de La Poesía. Hace unos días, en nuestra cuenta de Instagram (@mundooabiertoo) preguntamos a nuestros seguidores cuál es su poema favorito o uno de ellos. Hoy los traemos aquí con motivo de celebrar El Día Mundial de La Poesía y también, descubrir o redescubrir autores que algunos no conocen o que simplemente ha transcurrido mucho tiempo desde la última vez que leyeron sus versos.


Los poemas elegidos han sido: Manifiesto (1963), Volverán las oscuras golondrinas (1871), Romance sonámbulo (1928), No te detengas (siglo XIX), La canción del pirata (1835) y Soledad (siglo XIX).

Estos poemas fueron escritos por los siguientes autores: Nicanor Parra, Gustavo Adolfo Bécquer, Federico García Lorca, Walt Whiltman, José de Espronceda y Rosalía de Castro, respectivamente.


Manifiesto


Señoras y señores

Ésta es nuestra última palabra.

─Nuestra primera y última palabra─

Los poetas bajaron del Olimpo.


Para nuestros mayores

La poesía fue un objeto de lujo

Pero para nosotros

Es un artículo de primera necesidad:

No podemos vivir sin poesía.


A diferencia de nuestros mayores

─Y esto lo digo con todo respeto─

Nosotros sostenemos

Que el poeta no es un alquimista

El poeta es un hombre como todos

Un albañil que construye su muro:

Un constructor de puertas y ventanas.


Nosotros conversamos

En el lenguaje de todos los días

No creemos en signos cabalísticos.


Además una cosa:

El poeta está ahí

Para que el árbol no crezca torcido.


Este es nuestro mensaje.

Nosotros denunciamos al poeta demiurgo

Al poeta Barata

Al poeta Ratón de Biblioteca.

Todos estos señores

─Y esto lo digo con mucho respeto─

Deben ser procesados y juzgados

Por construir castillos en el aire

Por malgastar el espacio y el tiempo

Redactando sonetos a la luna

Por agrupar palabras al azar

A la última moda de París.

Para nosotros no:

El pensamiento no nace en la boca

Nace en el corazón del corazón.


Nosotros repudiamos

La poesía de gafas obscuras

La poesía de capa y espada

La poesía de sombrero alón.

Propiciamos en cambio

La poesía a ojo desnudo

La poesía a pecho descubierto

La poesía a cabeza desnuda.


No creemos en ninfas ni tritones.

La poesía tiene que ser esto:

Una muchacha rodeada de espigas

O no ser absolutamente nada.


Ahora bien, en el plano político

Ellos, nuestros abuelos inmediatos,

¡Nuestros buenos abuelos inmediatos!

Se retractaron y se dispersaron

Al pasar por el prisma de cristal.

Unos pocos se hicieron comunistas.

Yo no sé si lo fueron realmente.

Supongamos que fueron comunistas,

Lo que sé es una cosa:

Que no fueron poetas populares,

Fueron unos reverendos poetas burgueses.


Hay que decir las cosas como son:

Sólo uno que otro

Supo llegar al corazón del pueblo.

Cada vez que pudieron

Se declararon de palabra y de hecho

Contra la poesía dirigida

Contra la poesía del presente

Contra la poesía proletaria.


Aceptemos que fueron comunistas

Pero la poesía fue un desastre

Surrealismo de segunda mano

Decadentismo de tercera mano,

Tablas viejas devueltas por el mar.

Poesía adjetiva

Poesía nasal y gutural

Poesía arbitraria

Poesía copiada de los libros

Poesía basada

En la revolución de la palabra

En circunstancias de que debe fundarse

En la revolución de las ideas.

Poesía de círculo vicioso

Para media docena de elegidos:

«Libertad absoluta de expresión».

Hoy nos hacemos cruces preguntando

Para qué escribirían esas cosas

¿Para asustar al pequeño burgués?

¡Tiempo perdido miserablemente!

El pequeño burgués no reacciona

Sino cuando se trata del estómago.


¡Qué lo van a asustar con poesías!


La situación es ésta:

Mientras ellos estaban

Por una poesía del crepúsculo

Por una poesía de la noche

Nosotros propugnamos

La poesía del amanecer.

Este es nuestro mensaje,

Los resplandores de la poesía

Deben llegar a todos por igual

La poesía alcanza para todos.


Nada más, compañeros

Nosotros condenamos

-Y esto sí que lo digo con respeto-

La poesía de pequeño dios

La poesía de vaca sagrada

La poesía de toro furioso.


Contra la poesía de las nubes

Nosotros oponemos

La poesía de la tierra firme

─Cabeza fría, corazón caliente

Somos tierrafirmistas decididos─

Contra la poesía de café

La poesía de la naturaleza

Contra la poesía de salón

La poesía de la plaza pública

La poesía de protesta social.


Los poetas bajaron del Olimpo.

Nicanor Parra

(Escogido por Pelayo)

Volverán las oscuras golondrinas


Volverán las oscuras golondrinas

en tu balcón sus nidos a colgar,

y otra vez con el ala a sus cristales

jugando llamarán.


Pero aquellas que el vuelo refrenaban

tu hermosura y mi dicha a contemplar,

aquellas que aprendieron nuestros nombres…

ésas… ¡no volverán!


Volverán las tupidas madreselvas

de tu jardín las tapias a escalar,

y otra vez a la tarde aún más hermosas

sus flores se abrirán.


Pero aquellas cuajadas de rocío,

cuyas gotas mirábamos temblar

y caer como lágrimas del día…

ésas… ¡no volverán!


Volverán del amor en tus oídos

las palabras ardientes a sonar;

tu corazón de su profundo sueño

tal vez despertará.


Pero mudo y absorto y de rodillas,

como se adora a Dios ante su altar,

como yo te he querido… desengáñate,

nadie así te amará.

Gustavo Adolfo Bécquer

(Elegido por Rosa)


Romance sonámbulo


Verde que te quiero verde.

Verde viento. Verdes ramas.

El barco sobre la mar

y el caballo en la montaña.

Con la sombra en la cintura

ella sueña en su baranda,

verde carne, pelo verde,

con ojos de fría plata.

Verde que te quiero verde.

Bajo la luna gitana,

las cosas le están mirando

y ella no puede mirarlas.


*


Verde que te quiero verde.

Grandes estrellas de escarcha,

vienen con el pez de sombra

que abre el camino del alba.

La higuera frota su viento

con la lija de sus ramas,

y el monte, gato garduño,

eriza sus pitas agrias.

¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde...?

Ella sigue en su baranda,

verde carne, pelo verde,

soñando en la mar amarga.


*


Compadre, quiero cambiar

mi caballo por su casa,

mi montura por su espejo,

mi cuchillo por su manta.

Compadre, vengo sangrando,

desde los montes de Cabra.

Si yo pudiera, mocito,

ese trato se cerraba.

Pero yo ya no soy yo,

ni mi casa es ya mi casa.

Compadre, quiero morir

decentemente en mi cama.

De acero, si puede ser,

con las sábanas de Holanda.

¿No ves la herida que tengo

desde el pecho a la garganta?

Trescientas rosas morenas

lleva tu pechera blanca.

Tu sangre rezuma y huele

alrededor de tu faja.

Pero yo ya no soy yo,

ni mi casa es ya mi casa.

Dejadme subir al menos

hasta las altas barandas,

dejadme subir, dejadme,

hasta las verdes barandas.

Barandales de la luna

por donde retumba el agua.


*


Ya suben los dos compadres

hacia las altas barandas.

Dejando un rastro de sangre.

Dejando un rastro de lágrimas.

Temblaban en los tejados

farolillos de hojalata.

Mil panderos de cristal,

herían la madrugada.


*


Verde que te quiero verde,

verde viento, verdes ramas.

Los dos compadres subieron.

El largo viento, dejaba

en la boca un raro gusto

de hiel, de menta y de albahaca.

¡Compadre! ¿Dónde está, dime?

¿Dónde está mi niña amarga?

¡Cuántas veces te esperó!

¡Cuántas veces te esperara,

cara fresca, negro pelo,

en esta verde baranda!


*


Sobre el rostro del aljibe

se mecía la gitana.

Verde carne, pelo verde,

con ojos de fría plata.

Un carámbano de luna

la sostiene sobre el agua.

La noche su puso íntima

como una pequeña plaza.

Guardias civiles borrachos,

en la puerta golpeaban.

Verde que te quiero verde.

Verde viento. Verdes ramas.

El barco sobre la mar.

Y el caballo en la montaña.

Federico García Lorca

(Elegido por Eva)

No te detengas


No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,

sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.

No te dejes vencer por el desaliento.

No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,

que es casi un deber.

No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.

No dejes de creer que las palabras y las poesías

sí pueden cambiar el mundo.

Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.

Somos seres llenos de pasión.

La vida es desierto y oasis.

Nos derriba, nos lastima,

nos enseña,

nos convierte en protagonistas

de nuestra propia historia.

Aunque el viento sople en contra,

la poderosa obra continúa:

Tu puedes aportar una estrofa.

No dejes nunca de soñar,

porque en sueños es libre el hombre.

No caigas en el peor de los errores:

el silencio.

La mayoría vive en un silencio espantoso.

No te resignes.

Huye.

“Emito mis alaridos por los techos de este mundo”,

dice el poeta.

Valora la belleza de las cosas simples.

Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,

pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.

Eso transforma la vida en un infierno.

Disfruta del pánico que te provoca

tener la vida por delante.

Vívela intensamente,

sin mediocridad.

Piensa que en ti está el futuro

y encara la tarea con orgullo y sin miedo.

Aprende de quienes puedan enseñarte.

Las experiencias de quienes nos precedieron

de nuestros “poetas muertos”,

te ayudan a caminar por la vida

La sociedad de hoy somos nosotros:

Los “poetas vivos”.

No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas.

Walt Whiltman

(Elegido por William)

La canción del pirata


Con diez cañones por banda,

viento en popa a toda vela,

no corta el mar, sino vuela

un velero bergantín;


bajel pirata que llaman,

por su bravura, el Temido,

en todo mar conocido

del uno al otro confín.


La luna en el mar riela,

en la lona gime el viento

y alza en blando movimiento

olas de plata y azul;


y va el capitán pirata,

cantando alegre en la popa,

Asia a un lado, al otro Europa,

y allá a su frente Estambul.


«Navega velero mío,

sin temor,

que ni enemigo navío,

ni tormenta, ni bonanza,

tu rumbo a torcer alcanza,

ni a sujetar tu valor.


Veinte presas

hemos hecho

a despecho,

del inglés,


y han rendido

sus pendones

cien naciones

a mis pies.


Que es mi barco mi tesoro,

que es mi dios la libertad,

mi ley, la fuerza y el viento,

mi única patria la mar.


Allá muevan feroz guerra

ciegos reyes

por un palmo más de tierra,

que yo tengo aquí por mío

cuanto abarca el mar bravío,

a quien nadie impuso leyes.


Y no hay playa,


sea cualquiera,

ni bandera

de esplendor,


que no sienta

mi derecho

y dé pecho

a mi valor.


Que es mi barco mi tesoro,

que es mi dios la libertad,

mi ley, la fuerza y el viento,

mi única patria la mar.


A la voz de ¡barco viene!

es de ver

cómo vira y se previene

a todo trapo a escapar:

que yo soy el rey del mar,

y mi furia es de temer.


En las presas

yo divido

lo cogido

por igual:


sólo quiero

por riqueza

la belleza

sin rival.


Que es mi barco mi tesoro,

que es mi dios la libertad,

mi ley, la fuerza y el viento,

mi única patria la mar.


¡Sentenciado estoy a muerte!;

yo me río;

no me abandone la suerte,

y al mismo que me condena,

colgaré de alguna antena

quizá en su propio navío.


Y si caigo

¿qué es la vida?

Por perdida

ya la di,


cuando el yugo

de un esclavo

como un bravo

sacudí.


Que es mi barco mi tesoro,

que es mi dios la libertad,

mi ley, la fuerza y el viento,

mi única patria la mar.


Son mi música mejor

aquilones,

el estrépito y temblor

de los cables sacudidos,

del negro mar los bramidos

y el rugir de mis cañones.


Y del trueno

al son violento,

y del viento

al rebramar,


yo me duermo

sosegado

arrullado

por el mar.


Que es mi barco mi tesoro,

que es mi dios la libertad,

mi ley, la fuerza y el viento,

mi única patria la mar».

José de Espronceda

(Escogido por Víctor)


Soledad


Un manso río, una vereda estrecha,

un campo solitario y un pinar,

y el viejo puente rústico y sencillo

completando tan grata soledad.


¿Qué es soledad? Para llenar el mundo

basta a veces un solo pensamiento.

Por eso hoy, hartos de belleza, encuentras

el puente, el río y el pinar desiertos.


No son nube ni flor los que enamoran;

eres tú, corazón, triste o dichoso,

ya del dolor y del placer el árbitro,

quien seca el mar y hace habitable el polo.


Rosalía de Castro

(Elegido por Arturo)



Andrea Fernández

24 visualizaciones2 comentarios

2 Comments


Mundo Abierto
Mundo Abierto
Apr 23, 2023

Gracias.

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Ainhoa Díaz
Ainhoa Díaz
Mar 21, 2023

¡Muy buenos todos! Aprovecho para recomendar algún poema de Lorca o de Benedetti (sólo nombraré los poetas, ya que creo que no podría elegir un único poema de cada uno de ellos, queda a elección personal los que se escojan).

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